Iepa!
Otra semana pasa, y la verdad es que el tiempo va que vuela. Ha sido una semana de contrastes, cómo. Si no, no sería mi vida. A todo el mundo le parece que yo soy el típico tío que lleva todo genial, la vida le sonríe, y todo guay. Y por qué negarlo, es cierto. Tengo una familia que vale un montón, que me apoyan siempre, el 200% de las veces, buenos, regulares y malos momentos. Están ahí siempre para darme su apoyo incondicional y encauzarme cuando pierdo el norte.
También cuento con unos amigos cojonudos, a los que por una u otra razón, últimamente no veo mucho y con algunos he perdido un poco el contacto, cosa que me está jodiendo bastante y a la que voy a poner remedio. El caso es que creo que he perdido un poco el norte, me he dejado llevar, caer en la rutina, no se... igual a veces pienso que hasta he perdido mis señas de identidad, esas con las que tan agusto y orgulloso me he sentido siempre.
Ahora estoy aquí, en el ordenador esperando a que amidala se conecte para jugar un solitario, que tenemos la partida en tablas. Mi bombay me acompaña en la ardua tarea de ganarle, pero son pequeños placeres que te da la vida. Vas aprendiendo que cada uno mira por lo suyo, primero su ombligo, para ver si está en su sitio, luego su cutis, a ver si está bien cuidado, y por último se da cuenta de que estás tú por ahí. El caso es que mis amigos no responden a esas cualidades, tienen cosas que me gustan, otras que me sacan de quicio, pero el caso es que ... son mis amigos, y en los malos momentos siempre están. Cuando son buenos, a veces no están tan presentes, pero porque ven que no es necesario que te apoyen tanto. Hay que saber valorarlo también en su justa medida.
Pues creo que mis sentimientos ahora no dan para más. Si alguien lee esto y piesna que estoy kili-kolo, de eso nada. Estoy muy bien, solo que con ganas de soltar mis pensamientos, cosas de las que reflexiono cada semana. Creo que es justo y necesario.
El caso es que no se valora algo hasta que se pierde, yo prefiero valorarlo antes de perderlo.
Un abrazo a todos!
Iepa!
Esto es una cosa que sucede a diario. Cada día nos encontramos con que alguien nos hace de menos, no tiene por qué ser conocido, ni falta que hace. Y es que la libertad mal entendida, tiene estas cosas.
Pondré un ejemplo bien sencillo, que podemos ver a diario, en la calle. Tomemos como referencia, una calle cualquiera de Bilbao. Hora, las 14h, sin OTA. Sitios libres en la calle, vamos, como para elegir. Tu aparcas tu cochecito bien, pero viene un capullo q lo deja en doble fila detrás tuyo ... ¿ acaso no está toda la calle libre para aparcar q lo tiene q dejar obstaculizando el tuyo? o peor aún, hay gente que lo sube a la acera y lo estaciona ahí, sin más, evitando que se pueda ver a los coches que vienen en un cruce. Y lo peor es que si encima te la das saliendo de ese cruce, la culpa no es del coche mal aparcado que no te dejaba ver, sino tuya porque tenías un stop.
A lo que voy es que no hay respeto por nada ni nadie, si, estamos en una sociedad libre, pero parece que la gente se olvida de que la libertad de uno acaba donde empieza la mía, y que yo también tengo derecho a ser libre y disfrutar sin que nadie pisotee mi terreno.
A parte de la libertad, la gente es muy cotilla, gusta mucho de hacer comentarios y meterse en la vida de otros, ya que la suya es una tristeza y no tiene emoción, vamos a comentar la del vecino, que parece entretenida. Y a parte de contar lo que puedan saber, pues a quien se lo cuentan se inventa una nueva cosilla, y como el tema pasa de unos a otros, pues al final la bola se hace grande, y la historia se deforma bastante. El último pobre que oye la historia lo que tiene es una fábula adornada con sus propias fantasías, realmente está hablando y comentando una jugada de la que no sabe nada.
Vive y deja vivir, compartiendo lo público y respetando lo privado.
Es una metáfora, más bien se refiere a que en unos momentos estás arriba, y en otros abajo. Lo ideal sería encontrar el refugio que se encuentra a mitad de camino, para estar ahí a salvo, guarecido de las tempestades y del sol ...
Ayer salí de fiesta nuevamente. Tenía muchas ganas, y salía con mis amigos de inglés, que hacía tiempo que no lo hacía. Y fue unas risas de kinito en luzarra para luego irnos al casco. Lo más positivo de este kinito fue la renovada confianza en un amigo, que por uno u otro motivo este año había tenido algún que otro roce conmigo, situaciones desafortunadas y que no estábamos bien del todo. Ayer fue la reconciliación oficial y me alegro mucho de ello, porque a mí no me gusta estar a medias con nadie.
Hoy ha salido el sol, hace un día precioso. Yo me encuentro bastante mejor que ayer a la noche, pues, a la luz del día las cosas parece que se ven más claras. Hay que recordar que toda historia tiene dos puntos de vista, y que las cosas no son lo que parecen.
A disfrutar de este precioso día.
Un saludo!